Aunque Batman Begins (Christopher Nolan, 2005) es para mí la más conectada con la esencia de lo que es el liderazgo y del coaching ejecutivo, la trilogía entera de Nolan sobre Batman me parece muy digna de ver.
Toda la serie tiene un trasfondo de desarrollo de la consciencia (self-awareness) y de liderazgo más que destacado. Selecciono esta porque me parece la más intimista, introspectiva, donde está más presente el proceso del conócete a ti mismo y donde se explica el origen de la leyenda de Batman. También la selecciono porque es donde he extraído dos de las lecciones más importantes que un líder debe conocer y practicar.
La primera es cuando Bruce Wayne dice ‘no importa quien eres en el interior; son tus actos los que te definen’ (It’s not who you are underneath; it’s what you do that defines you). Las intenciones importan pero importan más tus acciones, los hechos.
Todos tenemos muy buenas intenciones, y nos decimos que un día acabaré ese libro, o que tras el verano iré al gimnasio y para final de año estaré en forma… Pero lo que de verdad importa es la ‘HAZTITUD’, lo que realmente hacemos día a día.
Y la otra cita es cuando el mayordomo le dice a Bruce: ‘¿Por qué nos caemos, Bruce? Para aprender a levantarnos’ (And why do we fall, Bruce? So we can learn to pick ourselves up). Le está recordando a Bruce Wayne lo que su padre le dijo cuando era solo un niño.
Esta es una idea distintiva de esta película esencial para cualquier líder. La idea de fallar, de fracasar. Y así es como empieza Batman Begins, con el niño Bruce cayendo al pozo lleno de murciélagos. Y su padre al rescatarlo le dice que la única razón por la que caemos es para aprender a levantarnos. Y Alfred, su leal mayordomo y un fantástico ejemplo de líder desde atrás, se lo recuerda después al Bruce adulto.
Las cosas extraordinarias solo se consiguen si estás dispuesto a fallar, a equivocarte, a estrellarte… Y esos son momentos de verdad donde se va forjando el carácter de un líder, y donde se ve su verdadera talla. Algunos ponen excusas, otros buscan culpables, o tratan de ocultar lo ocurrido.
La verdadera grandeza de un líder se demuestra cuando es capaz de hacer suyo el error, de abrazarlo, de asumir la responsabilidad por él, aprende de ello y se vuelve más fuerte. Es lo que explicó Jobs en su archiconocido discurso de Stanford cuando habló de su despido de su propia empresa del que ya hablé aquí en esa otra entrada.
Cuídate, P.
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