El trabajo con la Sombra es uno de las actividades más valiosas que un coach ejecutivo puede hacer con los líderes con los que trabaja. No es un proceso sencillo de hacer como coach y menos fácil es hacerlo como cliente.
Carl Jung, psicólogo suizo, nos enseñó que nuestra personalidad se divide en dos dimensiones: el Personaje y la Sombra.
El Personaje es esa parte de nosotros que hacemos pública, la cara que mostramos en público, en sociedad. Este Personaje es creado por aquellos aspectos que definen nuestra identidad, fundamentalmente:
En este Personaje está todo lo que aceptamos de nosotros, sea positivo o negativo. Y lo podemos cambiar de modo consciente, para ajustarlo a cualquier situación. Podemos cambiar de máscara a voluntad.
La Sombra es esa otra parte de nosotros que desde nuestros primeros años y durante toda la vida tratamos de ocultar a los demás, esa que existe solo en la oscuridad, y muy a menudo fuera del alcance de nuestra consciencia. Por eso ni se la conoce ni se considera propia.
Como seres sociales necesitamos pertenecer para sobrevivir. Y por eso escondemos y negamos aquellas partes que juzgamos no serán aceptadas por los demás; son nuestros miedos, inseguridades, rasgos que no apreciamos o no nos gustan. La Sombra está llena de todas esas cosas que no queremos ser, y sin duda que no queremos mostrar a otros.
Son aspectos que forman parte de nuestros puntos ciegos. Y también incluye tanto aspectos positivos como negativos, aunque estos últimos son los que predominan.
Con frecuencia como líder puedes encontrar difícil obtener inspiración o conseguir el compromiso de tu equipo porque tu Sombra se interpone en el camino. Peor aún, la Sombra del líder puede cubrir con oscuridad a todo el equipo, a toda la organización, con resultados terribles. Y los demás lo verán pero tú como líder no.
Por ejemplo, podemos tener un director general que controla en exceso a los demás. Él (podría ser perfectamente ella) puede pensar y decir que es porque es su responsabilidad, porque debe asegurarse de que se consiguen los resultados. Se muestra con una gran confianza en sí mismo y está en el centro de todas las decisiones. Y todo su equipo sabe que cualquier problema o dificultad debe ser resuelto por él y no debe llegar más arriba, al consejo de administración. Él quiere ver las actas de cualquier reunión de su equipo directo. Dice que es para estar informado, para poder ayudar… y realmente es porque su comportamiento está dirigido por el miedo. Y ese miedo es además el que proyecta en toda la organización. Más pronto que tarde toda ese equipo, toda esa empresa, estará tomada por el miedo. La empresa habrá incorporado la sombra del director general a su cultura. En España son muy conocidos los casos de enormes organizaciones que han adoptado la Sombra de sus líderes. E incluso años después de que estos líderes dejen sus responsabilidades, esas organizaciones han seguido teniendo esos rasgos distintivos en su cultura.
Y todos tenemos una Sombra. La clave es cómo hacerla lo más pequeña posible. Para ello hay que encontrarse con ella. Este encuentro requiere una buena dosis de valor y de motivación. Y la fortaleza y autoestima para poder enfrentarse con aquellos aspectos que no son agradables y que, cuando menos, son dolorosos.
Este trabajo de la Sombra no encaja en un mundo donde prevalecen las apariencias y la imagen que socialmente nos gusta dar. Vivimos en tiempos de narcisismo generalizado que dificulta sobremanera el encuentro con esa dimensión oscura y reprimida del ser.
Si a pesar de esto tienes interés en cómo hacer el trabajo con la Sombra nos volvemos a encontrar el miércoles que viene.
Cuídate, P.
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4 Comments
La aceptacion de que existe un personaje y su sombra estalece un escenaario psicologico de conflicto, donde dos partes bien diferenciadas y enfrentadas luchan por sobrevivir una en el consciente y otra en el subsconciente, la energia que tenemos que emplear en reprimir toda esa mochila que llamamos sombra erosiona de tal forma que unicamente cuando eres consciente de su presencia y de una aceptacion incondicional de que forma parte intriseca e inseprable de ti es cuando comienzas a aligerarla. Aceptacion no condicionada de uno mismo, para mi es el unico camino al conocimiento de uno mismo, despertar consciente de uno.
Gracias Pablo por estas semillas, cuidate, un saludo.
Alfonso.
Recientemente he descubierto que algunos elementos de mi sombra, cuando los he puesto de manifiesto sin darles mayor relevancia y asumiendo las posibles consecuencias, estás han sido del sentido contrario al que yo esperaba. A veces los miedos nos impiden ver la naturalidad de las cosas. Es verdad que la edad, el tener menos que perder, la personalidad de cada cual,… influyen en esa aceptación de no mismo. Somos mundos dentro del mundo. Muchas gracias por el blog y salud y felicidad para todos
Una pregunta, soy director de una institución educativa y siento que mí capacidad de liderar está debilitándose por la fuerte oposición de otro miembro del equipo directivo a las decisiones que con sentido común veníamos tomando. A partir de esta situación, creo que mí gestión ha comenzado a estar bajo la sombra de la que hablas en el artículo, mí sombra, decisiones que no quiero tomar son aceptadas pero en los profundo sé y soy consciente de lo anormal de las mismas, llegando al punto de poner en griego mí cargo…
Gracias por contribuir Gabriel. No tengo claro cuál es la pregunta, pero te felicito por la capacidad de introspección, de duda sobre tu comportamiento y de honestidad e integridad al cuestionarlo. Es un paso importante en el camino personal de la mejora.