Vuelvo a publicar en mi blog tras esta última entrada de junio de 2019. Necesitaba tomarme un receso y este, tal como preveía, ha durado un año. Empecé con este blog en mayo de 2010, escribiendo de modo irregular. Desde marzo de 2014 empecé a publicar semanalmente, y así lo hice durante algo más de cinco años. En la primavera de 2019 noté cierto cansancio y decidí parar a finales de junio tras un total de 257 entradas.
Ahora regreso al blog, con ganas y compromiso renovado, aunque eso sí, con la determinación de publicar cada dos semanas. Vamos a ver hasta dónde me lleva este nuevo ciclo.
El último año se ha caracterizado, sin duda, por lo que nos ha ocurrido a todos en los últimos seis meses. La pandemia del SARS CoV-2 y su enfermedad asociada, el COVID-19, nos ha caído a todos encima, poniendo la vida de muchos de nosotros patas arriba. Y aún estamos sin ver la luz al final del túnel.
En mi caso, este desafiante escenario ha sido perfecto para profundizar una vez más en las enseñanzas del estoicismo, disciplina que trato de practicar desde hace casi 15 años. Precisamente, a finales de julio me contactaron de una muy recomendable comunidad de inversores, Más Dividendos (+D). Me invitaron a participar en uno de sus podcasts para hablar sobre estoicismo y liderazgo. Creo que esta invitación vino por la buena acogida que tuvo esta entrada sobre El dinero en el estoicismo, que publiqué en su foro unas semanas antes.
Al final acabamos grabando dos episodios de su interesante y seguido podcast, con bastante mejor impacto del esperado inicialmente por mí. Aquí está el primer episodio y aquí está el segundo.
La conversación fue larga e intensa, bastante personal, donde abarcamos muchas ideas y temas. Una de las partes más estimulantes fue cuando respondimos a las preguntas que hacen los miembros del foro +D. Particularmente me gustó una pregunta sobre la educación de nuestros hijos, a la que respondí que en mi opinión el sistema educativo está en general obsoleto. Hablamos sobre Ken Robinson (quien fallecía un día después de publicar el podcast) y sobre su idea sobre cómo las escuelas matan la creatividad de los niños.
La educación oficial es un sistema basado en el fordismo, donde se trata a todos los niños igual según sea su edad (sin tener en cuenta sus diferencias y preferencias naturales), donde los niños son sujetos pasivos que son instruidos, orientado a la adquisición de unos conocimientos mediante la memorización. Conocimientos que enseguida devienen obsoletos, si no lo son ya cuando son enseñados. Además, se ha perdido la meritocracia y en gran medida las escuelas son poco más que lugares para aparcar a los niños mientras los adultos trabajan.
También comenté que hace falta un cambio radical, dándole a los niños más protagonismo en su educación, exigiéndoles responsabilidades, y por tanto promoviendo la meritocracia, e incluyendo en las actividades curriculares materias como:
Compartí que uno de los mejores modos para educar en casa a nuestros hijos en valores y conceptos como la paciencia, la generosidad, la dicotomía del control, el desarrollo de la autoconsciencia, de la empatía, es mediante los cuentos e historias, como los 18 breves que se pueden encontrar en mi libro Coaching para líderes cotidianos.
Lo más importante con los niños es el ejemplo que los padres les podemos dar. ¿Quieres que hagan deporte? Que te vean hacerlo a ti. ¿Quieres que coman mejor? Hazlo tú y hazlo explícito. ¿Quieres qué lean? Lee tú y que sea evidente para ellos, que te vean. Y eso es liderazgo. Un líder no le dice a los demás lo que tienen que hacer. Un líder lidera su vida, y con su ejemplo lidera a los demás, sean estos hijos, colaboradores, amigos…
También destaco una pregunta que me hicieron sobre qué hago en los momentos en los que me embarga la desesperación, cuándo me encuentro perdido y no sé qué hacer. En esas aciagas situaciones, lo que me digo a mí mismo es “Memento mori”, recuerda que vas a morir. Conectar con esto, y con el hecho de que tres generaciones detrás de la nuestra nadie se acordará de nosotros, me ayuda a quitarle importancia a cualquier circunstancia y me aporta dosis de valentía que me permiten seguir adelante con determinación.
Cierro esta entrada con la respuesta que di a la pregunta sobre cuál es mi cita favorita:
Cada persona que ves está luchando una batalla de la que tú no sabes nada… Sé amable. No juzgues ni prejuzgues.
Al acabar los dos episodios, compartí con toda la comunidad de +D una bibliografía para poder profundizar en lo hablado.
Me siento muy agradecido a la generosa gente de +D por invitarme a su espacio y facilitarme esta para mí novedosa experiencia con los podcasts.
De nuevo, aquí está el primer episodio, conversaciones estoicas I (aquí en youtube).
Y aquí el segundo episodio, conversaciones estoicas II (aquí en youtube).
Cuídate, P.
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18 Comments
No sabes lo que me alegra que vuelvas a publicar. Se te echaba de menos.
Muchas gracias, Marcial. Abrazo.
Hola Pablo!!!
Me alegro de volver a «verte» por el blog. Gracias por compartir.
Un fuerte abrazo
También me alegra saber de ti, Mercè. Abrazo.
Querido Pablo,
Que bueno saber de ti después de tantos meses, fantástica noticia que vuelvas a escribir tus post semanales. Voy a leer y escuchar atentamente este primer material de la nueva temporada. Gracias por compartir
Serán quincenales, apreciado Jaime. Un gusto saber de ti también. Gracias a ti y abrazo.
Fantàstic que segueixis donant, qui te per-donar ,es
que ha madurat, força i amunt.
Moltes gràcies, Pere, i forta abraçada.
Que bueno tener la oportunidad de volverlo a leer, gracias.
Gracias a ti, Miguel.
Pablo, me alegra recibir tus reflexiones de nuevo. Has tocado dos temas interesantes: educación y bloqueos. Creo que el segundo se puede una hacer cargo de el, con una amplia y adecuada educación. Es ahí, donde esta el reto de este pais y de la humanidad. ¿ Como nos estamos preparando para la vida? Es curioso, la vida evoluciona a toda prisa, pero la educación sigue ahí, impertérrita como si nada tuviera nada que ver con ella. Poco hemos evolucionado en la educación en todos estos años y a pesar de que seguimos saliendo en la foto de la posición que ocupamos en el mundo, poco, o nada, se habla sobre ella. Coincido que la salud debería ser lo primero y la gestión de las emociones, que afecta a la salud, lo segundo. No solo la salud de una persona, sino la salud del planeta. Ahora, en el momento que vivimos, cobra si cabe, especial atención. Decía alguien, que para poder dar la respuesta adecuada, tenemos que hacer la pregunta adecuada y parece que en este momento de la historia de la humanidad, las preguntas que nos hacemos, nada tienen que ver con la solución, que a mi modo de ver, necesita la humanidad. Vamos a ver a donde nos lleva esta pandemia. Por ahora, el camino no va hacia nuestro interior. Mas bien, seguimos buscando la solución fuera….
Muchas gracias, Luis. Buena aportación. Me lleva a reflexionar sobre “El poder de las preguntas” que nos hacemos. Pronto compartiré sobre ello por aquí. Abrazo.
Me alegra mucho volver a leerte, Pablo.
Enhorabuena por haber sabido escucharte y parar. Es de valientes.
Muchas gracias, María. Sí, qué difícil es, de valientes y sabios… Poco a poco vamos aprendiendo 🙂 Abrazo fuerte.
Es una agradable noticia, que volveremos a disfrutar de tus publicaciones, te felicito por la idea del retorno y como siempre , los temas que tocas en este primer bloque son de mucha importancia y necesario conocimiento en estos tiempos de incertidumbre.
Agradeciendo tu regreso, Saludos
Gracias, Adrian. Agradecido por tu comentario. Abrazo.
Muchas gracias por volver a publicar de nuevo en tu blog. Echaba en falta tus reflexiones.
Comparto lo que dices de la educación. Hoy por hoy todavía la educación sigue el modelo industrial, y eso tiene sus ventajas de cara a su gestión, y establecer unos estandares, pero por contra tiene su parte negativa de cara a la individualidad de los alumnos. Los alumnos curiosos, críticos, brillantes, con altas capacidades no se les permite crecer dentro de la escuela. Sobre el papel y las leyes sí que se indica esta atención a la individualidad pero a la práctica ni es posible ni los docentes están formados para ello. Somos las familias las que debemos prestar esta atención a la individualidad (si tienes medios y oportunidades) para que crezcan fuera de ella, ya que escuelas o institutos no están preparados para ello.
Hay dos frases, que para mi resumen la educación y escuela: «Tu educación empieza 18 años antes de que nazcas» y » La escuela es mi segunda casa, pero mi casa es mi primera escuela».
Gracias por compartir de nuevo tus reflexiones.
Gracias, Carolina, por esta aportación. Son fantásticas esas dos frases que nos dejas para la reflexión. Abrazo.