Uno de los efectos positivos de embarcarse en un proceso coaching ejecutivo es que despierta en muchos clientes las ganas de entablar una relación similar a la que tienen con su coach, con otras personas de su organización y convertirse en el apoyo que les permita crecer y desarrollarse.
Estas personas son en su mayoría altos directivos muy cualificados y con mucha experiencia, que suponen un activo increíble para desarrollar talento a su alrededor. Y el modo natural e inmediato de hacerlo, muy beneficioso también para la empresa y sus prácticas de gestión de personas, es que puedan desarrollarse como mentores en sus organizaciones.
Si como directivo o experto en recursos humanos, te interesa explorar esta opción comparto contigo el siguiente decálogo sobre cómo ser un gran mentor:
El mentoring consiste en establecer una relación de partnership que ayuda a tu mentee a aprender. No se trata de que tú como experto o desde tu autoridad des consejos o impartas doctrina sobre algo. En esa relación, ambas partes, interactúan como iguales. La clave es, pues, la relación de partnership.
Partnership significa que, aunque entre los protagonistas de un proceso de mentoring exista una relación de jerarquía esta no debe convertirse en un obstáculo para un proceso existoso. Como mentor, debes actuar más como un igual que como un jefe. La humildad y cercanía es clave para crear confianza. Así como también lo es tus creencias con respecto a lo que es un mentee.
No hay nada que arreglar en el mentee. Es una persona plena, capaz, creativa y llena de recursos. Si no ves así a tus mentees, es mejor que de momento no hagas mentoring.
Los mejores mentores no enseñan ni dan lecciones, sino que promueven el aprendizaje (¡también el propio!). Y lo hacen más a través de preguntas que estimulan la reflexión y el descubrimiento por parte del mentee que mediante grandes respuestas. Y eso es algo que debe aprenderse, que requiere entrenamiento y práctica deliberada. Ninguna empresa que desee prosperar en este entorno VUCA debería renunciar a contar con el mentoring entre sus prácticas de gestión del talento. Pero ninguna tampoco debería subestimar el esfuerzo que implica hacerlo con garantías de éxito.
El mentee aprende mucho más si el mentor crea una relación segura y cómoda, siendo auténtico, abierto y sincero (que incluye la vulnerabilidad). Da feedback enfocado en la mejora y en el futuro; no lo bases en el pasado.
La escucha de calidad viene de la curiosidad genuina y de la atención plena (¡presencia!) en las necesidades del mentee. También mejora una escucha generosa el seguir la agenda del mentee, evitando incluir la nuestra o proyectar nuestros deseos o anhelos.
El mentoring no es solo lo que ocurre o dices en la sesión de mentoring. También es lo que ocurre entre sesiones, cómo apoyas a tu mentee tras las sesiones para que lleve lo aprendido a la acción, contribuyendo a mantenerle responsable sin juzgarlo.
Si la relación de mentoring no funciona como esperas, ponlo sobre la mesa con rapidez, compartiendo tus inquietudes o preocupaciones con el mentee. El diseño continuo de la relación es fundamental para crear confianza.
Las relaciones de mentoring deben ser acotadas en el tiempo. Establecer los objetivos deseados y la duración prevista forma parte de los imprescindibles acuerdos iniciales. Debes prepararte para ponerle fin cuando el mentee haya alcanzado sus objetivos de aprendizaje.
Es difícil recoger en palabras la compleja satisfacción que implica el proceso de convertirse en mentor. Es un gran camino de aprendizaje personal, de introspección y mejora continua. También es un camino de creación de sentido; el que le das al contribuir o servir a otros con el esfuerzo que has realizado para acumular la experiencia y conocimientos que tienes. Y te permite crear ampliar una red increíble de relaciones de valor personal y profesional.
Ninguna empresa que desee prosperar en este entorno VUCA debería renunciar a contar con el mentoring entre sus prácticas de gestión del talento. En AddVenture tenemos experiencia en desarrollar capacidades de mentoring entre la alta dirección, en apoyar a sus empresas a implementar programas de mentoring exitosos.
Hoy prosperan aquellas empresas que son más flexibles, que se adaptan mejor al entorno, que son más innovadoras y más ágiles. El mentoring, como metodología para crear relaciones de aprendizaje es de un valor increíble, un excelente medio de conseguir organizaciones y equipos que cuente con estas capacidades.
El principal objetivo del mentoring es crear personas que dirijan y tomen responsabilidad de su propio proceso de aprendizaje y desarrollo; el modo de hacerlo es posibilitando el descubrimiento continuo de uno mismo en relación con el entorno; y el contexto más eficaz dentro de la empresa para alcanzar ese objetivo es crear relaciones de partnership para aprender. Esta es la propuesta de valor del mentoring.
Cuídate, P.
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6 Comments
Buenos dias Pablo, gracias por compartir, ser un gran mentor, perse ya son grandes premisas, ( ser, un, gran, mentor). existen grandes jugadores que motiva a la practica de diferentes deportes a otras personas, el como se manejen en ellos es otro tema, la primera premisa la de SER, me invita a conocer mis limites y capcidades, la segunda premisa UN, me aisla del resto del grupo pues el proceso de individualizacion no genera empatia en VUCA, la tercera GRAN estable una competencia dentro de la organizacion que puede generar frustacion si no se conocen los limites de cada uno o ser grande en ligas pequeñas o ser un narcisista sin espejo, la cuarta MENTOR generar ese partnership entre iguales en un entorno laboral enfocado a un rendimiento y amotizacion del tiempo empleado en ello exige de un auto de fe y confianza del mentor que en un entorno VUCA solo se consigue en personas con una seguridad en si misma y potestad autoreferentes que yo en mi ambito personal y profesional aun no he visto salvo en ti.
Pablo, eres un crack, gracias por compartir tu bien mas preciado ( time).
Un abrazo.
Gracias, Alfonso. No soy el único, amigo. Por suerte, somos muchos, cada vez más…
Y mas que confianza en uno mismo, hace falta confianza en que cada ser humano puede contribuir a mejorar el mundo en el que vivimos. Cada uno en su entorno y según sus fuerzas o grado de compromiso. Abrazo, P.
Magnífica entrada Pablo, gracias por ese ejercicio de síntesis y por compartirlo.
Gracias, amigo José Alberto 😉
Agradecerte, de nuevo, en estas líneas tus enseñanzas y tu gran humanidad tras nuestra segunda sesión en El Escorial. Haciendo el simil de ese deporte que te encanta, habéis sido el Dream Team. Cinco cracks que nos habéis hecho vibrar, ilusionar y emocionar como ese mítico equipo. Ahora, al igual que en ese último segundo de una gran final, nos habéis pasado la pelota..
O ganamos como equipo o morimos como individuos.
Cuídate
Gracias por tu comentario, querido Pedro. Efectivamente, el testigo es vuestro ahora. Y la cita de Pacino muy bien traída 😉 De todos modos, yo seguiré por aquí por esta bitácora, tratando de animaros e inspiraros en vuestro día a día. Abrazo grande, P.