Si el liderazgo fuera una cuestión de sentido común, seria bastante común. El hecho de que no sea muy común, a pesar de la inversión millonaria de las empresas en programas de desarrollo del liderazgo y coaching ejecutivo, debe querer decir algo.
Una primera suposición de por qué ello sería la de que no hay atajos ni pastillas mágicas. Estoy de acuerdo con ello. Si no, hace tiempo que muchos habríamos tomado esa pastilla mágica. Y tampoco tendríamos la situación actual de crisis, no ya económica, sino social, de valores.
Una segunda suposición es la de que no es posible desarrollar el liderazgo. A uno le viene de cuna, casi genético y hay poco que hacer una vez se es adulto. Me niego a creerlo.
Pero también es un asunto complejo, que va mucho más allá de lo que llamamos ‘sentido común’.
En mi época corporativa, cuando trabajé como director de recursos humanos, tuve el privilegio de participar en muchas formaciones sobre liderazgo. Y en gran parte de ellas lo que recibí son, según me decían, ‘unas sencillas técnicas’ que prometían ‘transformar mi vida’. El contexto o encuadre de esas situaciones era el que todo era fácil y luminoso; aplicando esas técnicas me convertiría en un líder fenomenal. ¡No es cierto!
En ese tipo de cursos nadie nos suele desafiar a explorar nuestros anhelos más profundos. Nuestras aspiraciones más íntimas y verdaderas. Si conectas con ellas, conectas a la vez con una fuerza inmensa, desconocida hasta para nosotros mismos. Fuerza que ayuda a forjar un carácter y determinación sin parangón, que impacta de modo positivo en tu entorno como nunca hasta ahora.
En esos talleres nadie suele hacernos reflexionar cómo nuestra visión grande se puede ver comprometida por nuestra condicionada necesidad de protección y seguridad. Ni nos suelen apoyar a explorar esas necesidades íntimas, o a relacionarnos de modo amoroso con ellas, aceptándolas. Para entonces poder avanzar más allá de esas limitaciones pre-establecidas, elementos naturales de nuestro ser.
En esos programas nadie nos suele decir que el liderazgo requiere disciplina, coraje y determinación. Y que con ellos uno va avanzando de un modo increíble, y quizá paradójicamente sin dejar de cuestionar los pilares de su propia identidad.
En esas formaciones casi nunca te dicen que el liderazgo es una disciplina para toda la vida. A mí me dieron técnicas; muchas muy útiles, por cierto. Pero no me facilitaron el contexto de un viaje de largo recorrido para el desarrollo de mi liderazgo. Las técnicas, las habilidades y competencias del liderazgo son muy útiles, pero no existen atajos hacia la grandeza personal.
El desarrollo del liderazgo es un trabajo profundo, a menudo penoso. El liderazgo está conectado a partes profundas de nuestro ser. Tiene mucho más que ver con el carácter, con el coraje, con la convicción y con la humildad, que con habilidades específicas o competencias.
El liderazgo requiere sabiduría, auto-conocimiento y desarrollo del carácter en sus dimensiones psicológicas y espirituales. Un camino, una disciplina para practicar toda la vida.
Y para empezar, o para continuar, con ese camino de vida, te ofrezco mi PDL. Basado en mi experiencia como coach ejecutivo de varios centenares de directivos.
Se trata de un viaje de descubrimiento y transformación personal para desarrollar nuevos hábitos que te permitirán convertirte en un mejor líder. ¡Y es gratuito! La primera edición la lancé el pasado abril con más de 1.000 personas y ahora ya está disponible para que lo puedas realizar cuando quieras.
El PDL ya tiene en sí mismo un gran potencial transformador si lo realizas por tu cuenta. Pero si quieres puedes hacer el proceso de transformación más potente y eficaz. Para ello existe la opción de complementarlo con un acompañamiento personalizado. Se trata de un proceso de coaching a medida con 10 sesiones que podrás hacer con un coach de AddVenture, que solo en este caso de mi PDL podrás realizar por una inversión modesta.
Es un esfuerzo que mis colegas y yo hacemos para que nuestro coaching profesional, siempre realizado en entornos corporativos, esté también al alcance de muchas personas.
Puedes saber más sobre el PDL aquí.
Cuídate, P.
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1 Comment
Buenos dias Pablo, muchas gracias por compartir tus experiencias y conocimiento, es un honor poder leerte.
«El liderazgo requiere sabiduría, auto-conocimiento y desarrollo del carácter en sus dimensiones psicológicas y espirituales. Un camino, una disciplina para practicar toda la vida.»
Estas dos frases al final del todo resumen de forma magistral todo cuanto has expresado, me gustaria añadir un pensamiento que me ha surgido de esta lectura. En este entorno VUCA ser autorreferente para adquirir autoconocimiento es un trabajo vital que ciertamente exige toda una vida de practica, mas me surgen pensamientos si es factible que la parte de desarrollo espiritual tengan cabida en un entorno que mas que hostil es antinatura, solo un despertar puede provocar un cambio de consciencia y por ende un cambio del entorno, caminar para que aparezca el camino requiere tambien de coraje, de un valor que solo nace donde ya solo quedan las cenizas de la necesidad de cambio vital.
Pablo un honor y un placer conocerte. Gracias por compartir, se feliz.
Alfonso.