Un elemento que casi siempre introduzco en mis procesos de coaching ejecutivo con líderes es el Triángulo de la Armonía. Sea consciente o no este siempre está detrás del despliegue de un liderazgo inspirador. Comparto aquí cómo lo conocí y en qué consiste.
En el otoño de 2004 tuve la fortuna de ser invitado por Francisco Giménez, fundador y consejero delegado de Augere, a un seminario abierto impartido por Brian Bacon, fundador y presidente de Oxford Leadership. En él proponía un enfoque sobre cómo cualquiera puede alcanzar un liderazgo inspirador que me pareció impactante. Se trataba de uno de los mejores seminarios a los que había asistido nunca. Aunque entonces no podía sospechar cuán relevante iba a ser para mí esa experiencia.
Poco más de tres años después, en enero de 2008, dejé mi carrera como directivo. de recursos humanos y con ello mi último empleo. Y ese mismo año, gracias de nuevo a Francisco Giménez y a Brian Bacon, puede a empezar como facilitador en Telefónica, en su fantástica universidad corporativa, de ese mismo seminario que yo había hecho años atrás.
Desde entonces he impartido ese programa más de 100 veces, en todos los roles posibles, incluso en el de formar a decenas de facilitadores para impartirlo. Tanto dentro como fuera de España y en empresas como, además de la citada Telefónica, Basf, Ferrovial, Makro, Novartis, Santander… Es un programa que hoy forma parte de mí, de mi esencia, de mi filosofía de vida, de quien verdaderamente soy.
Ese programa se llama Self Managing Leadership (se puede traducir como ‘liderazgo de uno mismo’). Ha sido realizado por más de 300.000 ejecutivos de más de 90 países durante más de 25 años. El programa es una combinación única y muy poderosa de elementos originales y otros adaptados que provienen de las tradiciones filosóficas occidentales y orientales, que se convierte en una experiencia con un notable potencial transformador para quien lo realiza. ¡Ni te cuento lo que transforma haberlo impartido más de 100 veces, junto a cientos de colegas y con miles de participantes!
De todos los elementos que lo forman el Triángulo de la Armonía es uno que me parece especialmente poderoso. Es sin duda uno de mis favoritos. Un concepto desarrollado por el propio Brian y basado en el conocimiento filosófico del inigualable Pitágoras de Samos.
Este elemento lo introducimos en el programa cuando hablamos del Propósito, de la importancia para un líder de conectar con aquello que le da sentido a su vida, con aquello que le aporta plenitud y que tiene mucho que ver con la contribución que podemos hacer al mundo en que vivimos. Eso permite al líder, en definitiva a cualquier persona, alcanzar una fortaleza de carácter con la que no dejar indiferente a casi nadie, ejerciendo un liderazgo inspirador verdaderamente impactante.
«La importancia para un líder de conectar con aquello que le da sentido a su vida, con aquello que le aporta plenitud y que tiene mucho que ver con la contribución que podemos hacer al mundo en que vivimos»
Pitágoras, tras aprender con sus maestros de Mileto, Tales y Anaximandro, viajó a Egipto animado sobre todo por el primero para descubrir el verdadero conocimiento, esos saberes vedados para la mayoría, y que poseían entonces los sacerdotes de aquella zona. Su maestro Tales había estado en Egipto unos años atrás y sabía que Pitágoras, que era un ser privilegiado, especial, su mejor discípulo, tenía que ir a Egipto.
Tuvo que insistir mucho Pitágoras para poder ser aceptado por los poderosos y elitistas sacerdotes, siendo rechazado varias veces a pesar de que contaba con la simpatía del entonces faraón Amasis, gracias a una carta de recomendación que para él llevaba del tirano de Samos, Polícrates, quien había luchado junto al faraón frente a los persas. Finalmente consiguió Pitágoras, por su aplomo y tenacidad, ser aceptado por los sacerdotes en Tebas, llegando a pasar 20 años de su vida en Egipto. Luego pasó 15 en Babilonia y también llegó a viajar a la India y a China.
Con todas esas influencias pudo Pitágoras definir su visión de las leyes de la armonía, entender la experiencia de armonía entre las personas. ¿De dónde viene o cómo funciona esa armonía? Desde su perspectiva hay 3 elementos cuya relación nos llevan a experimentar armonía en la vida. Y básicamente puede ser explicada por la relación entre tres puntos, que se traducen en un triángulo.
«Para Pitágoras hay 3 elementos cuya relación nos llevan a experimentar armonía en la vida»
El primer punto representa el Yo. Pitágoras llevó una vida ascética; no solo era vegetariano y frugal en su alimentación, sino que renunció a lo material y a lo mundano para poder enfrascarse bien en la comprensión de ese Yo, en su esencia, más allá de los diferentes roles que asumimos en el mundo, de nuestras costumbres y lugar en la sociedad, de lo que hacemos. ¿Quiénes somos realmente cuando profundizamos en nuestra esencia? Así, la armonía, de acuerdo con Pitágoras, comienza con la comprensión de ese Yo esencial.
La primera causa de desarmonía entre los seres humanos se produce porque hay una confusión sobre lo que es el Yo. Muchos se identifican excesivamente con su rol, directivo, médica, arquitecto, madre… perdiendo la conexión con la esencia. Para experimentar armonía es necesario transcender esos roles, ir más allá, y conectar con nuestro ser, con lo esencial.
«La primera causa de desarmonía entre los seres humanos se produce porque hay una confusión sobre lo que es el Yo»
Y estableció Pitágoras que la segunda causa de desarmonía, la más común, es la relación equivocada que se establece entre el Yo, primer punto del triángulo, y los Otros o la Vida, segundo punto de triángulo.
«La segunda causa de desarmonía es la relación equivocada que se establece entre el Yo y los Otros o la Vida»
Crecemos y somos socializados con la idea de obtener, pedir o reclamar lo que necesitamos. La mayor parte de la gente cree que si quiere algo de la vida debe tomarlo; si quiere que los otros cooperen en la forma que desean deben ejercer algún tipo de control sobre ellos.
Queremos dinero, una gran casa, un excelente trabajo, una pareja estupenda y unos hijos fabulosos. Y para eso necesitamos que los demás cooperen con nosotros, por lo que hay que enfocarse en controlarlos. Y la desarmonía viene de ahí, de enfocarnos en tratar de controlar a la vida, a los demás.
Si pensamos en el rol de un directivo es muy posible que los demás esperen de él que controle a su equipo, a las personas bajo su responsabilidad. De ahí que la relación que se establece entre el Yo y los Otros es de tomar o controlar.
Y esto también sirve para las empresas. ¿Cuál es la fórmula o método de una empresa? ¿Cómo se relaciona con los demás, sean clientes, accionistas, empleados, proveedores…? ¿Por qué cuando vamos a un banco como clientes nos solemos sentir más como una ‘cartera con piernas’ a la que tratan de exprimir en vez de sentir que tratan de ayudarnos a mejorar nuestra vida?
Este sistema de funcionamiento requiere mucha fuerza y energía, y como todo sistema basado en el control también requiere un esfuerzo enorme por ejercer el poder. También genera mucha frustración. Y se debe valorar cuán efectivo puede llegar a ser porque en este enfoque se presume que puedes controlar a los demás, a la vida. Que puedes controlar los comportamientos, pensamientos y sentimientos de otras personas, de modo que cooperen contigo.
Este modo presume que puedes controlar las circunstancias en tu vida para tener un buen trabajo, mucho dinero, una gran casa, mejor pareja, fabulosos hijos… y todo lo que quieras. Pero son muy pocos los que tienen los recursos, la capacidad, el dinero o las conexiones que hagan que este modelo funcione. E incluso en esos pocos hay que ver cuál es el efecto en el tiempo de funcionar de ese modo.
En algunos casos puede funcionar por un tiempo, pero no por mucho… Quizá ello esté relacionado con el hecho de que la duración media de un CEO en su cargo es de no más de 5 años… Este enfoque no funciona de modo sostenible. A menos que cuentes con el compromiso auténtico de la gente… ello no va a funcionar.
El tercer punto del triángulo de la armonía es la Verdad. En algunos textos de los discípulos de Pitágoras también se refieren a ello como lo Divino. Hoy esta es una palabra con enormes y controvertidas connotaciones para la mayor parte de nosotros.
En la Grecia antigua, para estos sabios que vivieron hace 25 siglos, el sentido que le daban al término Divino está muy alejado de significados religiosos; ni siquiera se referían a ninguna deidad, a ninguno de los numerosos dioses que entonces veneraban. Para ellos Divino significaba ‘aquello que sirve a todos’ y ‘aquello que todos buscan’. También lo identificaban con Verdad, no una verdad religiosa ni ideológica, sino la Verdad del ser auténtico, con la Verdad existente en la naturaleza.
«El tercer punto del triángulo de la armonía es la Verdad, ‘aquello que sirve a todos’ y ‘aquello que todos buscan’, que hoy llamamos Propósito»
La teoría de la armonía de Pitágoras dice que en vez de enfocarse uno en controlar a los demás, en vez de tomar de ellos lo que necesita y cree merecer, uno debe enfocarse en buscar y perseguir la Verdad. Su teoría se basa en la creencia de que de estos tres puntos dos están ya conectados. Hablaba de la conexión eterna que existe entre la Verdad y todas las formas de Vida. Que esta Verdad se expresa a sí misma a través de la Vida.
La armonía se consigue cuando haces el esfuerzo primero, por comprender de modo real al Yo y conectar con tu esencia; y segundo cuando conectas con la Verdad, con tu Verdad, que hoy llamamos Propósito. Cuando lo consigues, esa Verdad está ya conectada a la Vida; y entonces creas lo que él llamaba ‘conversiones armónicas’, lo que significa que cuando te conectas con la Vida a través de la Verdad, la Vida empieza a venir a ti. Y experimentas que las cosas funcionan, que fluyen…
En las últimas décadas en el terreno del coaching y del desarrollo del liderazgo han surgido teorías muy similares a esta basada en el trabajo de Pitágoras, conocidas por los nombres de ‘Fluir’ de Mihaly Csikszentmihalyi o ‘Sicronicidad’ de Joseph Jaworski. También el conocido vídeo sobre el círculo dorado de Simon Sinkek va en esta dirección de conexión con el Propósito, con tu ‘para qué’ como modo de conseguir un liderazgo inspirador.
Para concluir: al conectar con la Verdad, los patrones de querer tomar, de intentar controlar, se transforman en nuevos patrones emergentes de querer dar, de querer contribuir, de servir a los demás… Se trata de transformar la tendencia de ‘vamos a ver qué puedo conseguir’ por la tendencia de ‘vamos a ver qué puedo dar’.
Y cuando empiezas a enfocarte en la contribución que puedes tener, en lo que puedes dar, empiezas también a tener la experiencia de recibir de la vida, recibir cooperación, recibir apoyo. Y así se entra en la experiencia de flujo o armonía.
Cuídate, P.
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5 Comments
Pablo, qué artículo tan inspirador. «Cuando te conectas con la Vida a través de la Verdad, la Vida empieza a venir a ti. Y experimentas que las cosas funcionan, que fluyen…»
Así es, y a la vez qué fácil resulta bloquear la energía y hacer que las cosas no fluyan.
Importante tener en mente este artículo para conectar con nuestra verdad.
Un fuerte abrazo
Buenos dias Pablo, gracias.
«Para experimentar armonía es necesario transcender esos roles, ir más allá, y conectar con nuestro ser, con lo esencial.»
Esto que asi escrito es demoledoramente profundo, exige tambien un balanceo interno de todos los «yoes» que habitan en nuestro ser, pues lejos de ser una esencial pura esta compuesta por muchos «yoes», negociar cual de ellos predomina para luego buscar el proposito de este que no coincide con el resto es una ardua tarea. Balancea internamente para ver que dejas como tu ser esencial es complejo, pero no deja de ser otro rol interno, decisiones de salir de unas habitaciones para meterse en otras donde se supone seras mas armonioso.
Gracias Pablo un placer, nos enriqueces. Se feliz.
Alfonso
Muchas gracias, Pablo, por compartir tus aprendizajes y experiencias.. Para mí es realmente Inspirador por su profundidad, su historia y su actualidad. Un abrazo fuerte!
Gracias una vez más por compartir tus reflexiones. Me siento totalmente identificado contigo cuando hablas del impacto que causó en ti el programa de autoliderazgo y de lo que transforma cuando además tienes la posibilidad de impartirlo o facilitarlo.
Un abrazo!
Jordi
Gracias por compartir, Jordi. Está claro que tú eres uno de esos compañeros de viaje en el camino. ¡Recuerdos imborrables! 🙂