éxito
La calidad del liderazgo es la principal ventaja competitiva sostenible y muy difícilmente copiable que un CEO puede promover en su empresa. Existen evidencias sólidas, halladas desde investigaciones independientes, sobre la estrecha relación entre la calidad del liderazgo del equipo directivo de una empresa y el éxito sostenible de esta.
A pesar de ello, todavía el desarrollo de esta calidad del liderazgo no suele ser una prioridad de la alta dirección. Incluso es algo que se deja en manos de alguna función de apoyo, como los departamentos de recursos humanos, donde acaba siendo vista como una actividad secundaria, cuando no casi ornamental.
Además, la mayor parte de organizaciones que sí invierten en el desarrollo de la calidad del liderazgo lo hacen enfocándose en el individuo e ignorando el inmenso potencial de la eficacia colectiva del liderazgo, es decir, el desarrollo de esta calidad en los equipos de alta dirección. Este desarrollo de la calidad del liderazgo de los equipos de alta dirección es el foco principal de nuestra actividad profesional en AddVenture.
The Leadership Circle® lleva años realizando una investigación empírica continua sobre la relación entre eficacia del liderazgo y resultados empresariales extraordinarios, medidos en términos de facturación, cuota de mercado, ventas, calidad de los productos y servicios, nuevos desarrollos de productos y rentabilidad global del negocio.
Con todos estos indicadores crearon el Business Performance Index (BPI), y lo correlacionaron con la efectividad del liderazgo medida con su potente instrumento Leadership Circle Profile® (que es el que también utilizamos en AddVenture desde 2010). Y el resultado fue una relevante correlación de 0.61. En primera instancia lo hicieron con 500 empresas y luego han llegado a incluir más de 2.000, obteniendo de modo consistente los mismos resultados: la eficacia del liderazgo es un predictor relevante de éxito empresarial.
Estos resultados fueron aun más concluyentes cuando con esos mismos datos de más de 2.000 empresas seleccionaron al top 10% de las que mostraban mejores resultados (mejor BPI). Vieron que la eficacia del liderazgo de sus equipos senior de dirección estaba en el percentil 80. Luego seleccionaron al 10% de empresas con peores resultados y observaron que la eficacia del liderazgo de sus equipos senior de dirección estaba en un percentil del 30%. La asociación entre efectividad del liderazgo y éxito empresarial se mantiene estable en esta potente base de datos con más de medio millón de evaluaciones.
Jack Zenger y Joe Folkman publican en su libro The Extraordinary Leader el resultado de otra investigación, independiente a la referida antes, en la que utilizaron una muestra de más de 250.000 casos. Este es otro estudio riguroso de referencia internacional.
Los autores llegaron a la conclusión de que aquellos líderes que son evaluados en un buen instrumento 360 de liderazgo por encima del percentil 80 (comparado con una robusta base normativa) producirán resultados que doblan los obtenidos por aquellos líderes ‘promedio’ que son los evaluados en el rango que va del percentil 20 al 80 (60% central).
Y en otra muy conocida investigación de principios de este siglo, también independiente de las anteriores, y publicada por Jim Collins en su libro Good to Great, las conclusiones son similares.
De hecho, Collins empezó su investigación con el propósito de no analizar el liderazgo. Tenía la intención clara de no publicar otro libro más sobre la importancia del liderazgo en los resultados empresariales. Sin embargo, al avanzar con su prolija investigación no pudo ignorar el impacto que un gran liderazgo de la alta dirección tiene en el éxito de las empresa. Y acabó acuñando el término ‘liderazgo de nivel 5’, uno de los más conocidos de su investigación (que no iba a ser de liderazgo…) para definir una combinación única de determinación valiente con humildad.
La conclusión de estas tres sólidas investigaciones es obvia: la calidad del liderazgo del equipo directivo de una empresa es un factor determinante del éxito empresarial; y se convierte en una ventaja competitiva, más aún, en el entorno VUCA actual. Las mejores empresas son las que están mejor lideradas, y eso no es algo que ocurre espontáneamente.
Es más, si no se hace nada o casi nada, lo habitual es contar con una calidad del liderazgo mediocre. Desarrollar la calidad de los líderes empresariales es una prioridad estratégica clave, que debe ser asumida por la alta dirección, por el CEO directamente.
En una entrada anterior, sugerí ya cuatro preguntas provocadoras para CEOs que desean comprometerse a asumir la responsabilidad indelegable de gestionar la Agenda del Liderazgo en su organización. En esta entrada añado seis preguntas más que medimos y mejoramos con nuestros clientes:
Si el CEO y su Comité de Dirección no saben la respuesta a estas preguntas, muy probablemente no se estén tomando con la seriedad necesaria la mejora de la calidad del liderazgo en su empresa. No es para ellos una prioridad estratégica.
Y seguramente debido a ello, otras iniciativas críticas que están influenciadas de modo determinante por esta calidad del liderazgo (la transformación digital, el impacto de la incertidumbre económica, la innovación en productos y servicios, las relaciones con los reguladores y con los accionistas…) estarán en serio riesgo.
Cuídate, P.
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