Un joven de 26 años miraba por la ventana del tren y decía en voz alta:
‘¡Papá, mira cómo los árboles se van para atrás!’
El padre sonreía mientras una pareja joven que se sentaban cerca de ellos miraban el comportamiento infantil del joven con pena y condescendencia. De repente el joven exclamó:
‘¡Papá, mira a las nubes cómo corren con nosotros!’
La pareja no pudo resistir la tentación de decirle al hombre maduro:
‘¿Por qué no lleva a su hijo a un buen médico?’ El hombre sonrió y dijo: ‘Ya lo hice. De hecho venimos del hospital. Mi hijo era ciego de nacimiento y tras un largo tratamiento esta mañana ha recuperado la vista’.
Todas los seres humanos de este mundo tienen una historia personal que la mayoría de nosotros no conocemos. Si solo bajáramos la intensidad con la que juzgamos a los demás sin conocerles, el mundo mejoraría de modo radical.
Si solo indagáramos más sobre aquello que nos llama la atención antes de expresar todos los juicios que nos vienen a la cabeza, nuestras relaciones serían mucho mejores.
Si buscáramos más la sorpresa o el asombro ante lo que nos rodea, en vez de querer arreglar la vida a los demás, acertar con nuestros juicios, seríamos más libres. Si además eres un líder, te consideras un líder, eso es una tarea ineludible.
Sé feliz, P.
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3 Comments
Gracias por compartir estas maravillosas semillas…
Genial Pablo! Gracias
Muy buena reflexión!