Comparto el texto de mi intervención en la cena con mis compañeros de 8º de EGB en Murcia el pasado sábado sobre la importancia de cuidar de nuestra alma y sobre la esperanza de que en la lucha entre el bien y el mal que se libra dentro de cada uno de nosotros, a veces gana el bien. Fue un encuentro entrañable, divertido y nostálgico al que también nos acompañaron tres de nuestros maestros de entonces.
Cada vez creo menos en las casualidades. Y creo que el re-encuentro de este grupo tiene algún significado importante para cada uno de nosotros, aunque quizá no lo sepamos ver todavía. De hecho, estamos cenando en un restaurante que se llama ‘La Cura’, y creo que eso tampoco es casualidad.
Cura en latín significa entre otras cosas ‘cuidado’. De hecho en catalán y valenciano tiene también este significado. Y la denominación ‘cura’ para referirse a un sacerdote, viene de que durante siglos se conocía como ‘cura animarium’, el que cuida las almas de aquellos que vivían dentro del territorio de su parroquia.
Y por aquí puede venir el sentido de este re-encuentro. Creo que viniendo a esta cena todos nosotros ‘cuidamos de nuestra alma’. Por mi trabajo me doy cuenta de que los problemas emocionales más extendidos de nuestra época incluyen:
Todos estos síntomas reflejan, más allá de cualquier creencia religiosa, el descuido de nuestra alma. Estamos excesivamente ávidos de diversión y satisfacciones placenteras, de poder, de intimidad, de cosas materiales y creemos que podemos hallar todo eso si encontramos la relación perfecta, el trabajo idóneo, el dinero suficiente, la iglesia verdadera…
Y en esa búsqueda sin fin descuidamos el cuidado de alma. Y quiero felicitar a todos los que hemos venido hoy porque estoy convencido que con ello hacemos algo para cuidar de nuestra alma. Y también por haber invitado a nuestros entrañables maestros, porque esta invitación y su presencia son una señal clara de que respetamos y queremos a aquellos que cuidaron de nuestra alma en una época tan importante de nuestra vida como la infancia.
Incluso en personas capaces de vivir una vida en plenitud no faltan periodos de oscuridad, momentos de debilidad, situaciones en las que hacen tonterías. A todos nos ocurre. Y estoy muy contento de que estemos aquí porque ello es una prueba de que también cuidamos el alma de los demás. Estando hoy aquí mostramos que nuestro cariño y compasión hacia los otros son más importantes, más fuertes, que nuestros momentos de debilidad. Un motivo para la esperanza.
Sé feliz, P.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
ACEPTAR
2 Comments
Gracias Pablo x tu post y excelente viaje a la Argentina.
¡Gracias Lili!