Hace dos semanas participé en el programa de desarrollo de nuevos ejecutivos en Europa de Everis, empresa a la que admiro como a pocas. 100 líderes con los que trabajar. Nosotros éramos un equipo de casi 20 personas liderado por mi amigo Regino Quirós.
El programa fue sensacional. Venimos haciendo este programa para los nuevos ejecutivos de Everis desde hace varios años. Sin embargo, en esta ocasión algo fue diferente. Algo increíble. Al final del primer día, de los tres que dura el programa, tuvimos la oportunidad de contar en directo con el testimonio de Carlos García Espada. Desde entonces Carlos es una de mis referencias para siempre de lo que es liderazgo.
Carlos tiene 41 años y tiene ELA (enfermedad neurodegenerativa que ocasiona la muerte). Fue diagnosticado con esta terrible enfermedad en 2007, y no le daban más de 3 años de vida. Por entonces era un joven brillante como pocos. Estaba en el mejor momento de su vida. Casado con su amor de juventud, con un hijo de un año y una hija en camino.
Profesionalmente, era Socio Director de Everis, la persona que más joven había alcanzado ese puesto, con 28 años. Deportista brillante, cinturón negro de karate y kickboxing, había sido campeón de España. A los 32 años había conseguido todo lo que se había propuesto, más de lo que la mayoría de las personas consiguen en toda su vida. Y entonces le llegó el diagnostico.
La enfermedad está en un estado muy avanzado, y se ha cebado al máximo con su cuerpo. Pero Carlos mantiene su brillante cerebro en una forma excepcional. Se mueve en una silla de ruedas especial y se comunica con un ordenador que maneja con sus pupilas (de las pocas cosas que puede mover voluntariamente).
Reconozco que cuando vi a Carlos no pude evitar el sentir la lástima que casi todos sentimos al ver a alguien en una situación así. Sin embargo, conforme nos hizo su conferencia, apoyado en el vídeo que comparto, no pude dejar de empezar a admirar a este hombre. Es uno de mis héroes. Y acabé sintiendo un profundo agradecimiento también.
Lo admiro por su fortaleza, por su valentía, por su infinita determinación, por su actitud, por su lucha, por su contribución a hacernos mejores con su ejemplo.
Y le agradezco que viniera a El Escorial a compartir con nosotros precisamente su ejemplo de vida. Le agradezco el chute de motivación, humildad, pasión y amor que experimenté con su conferencia. Y la lección inolvidable que nos dio sobre cómo vivir el presente y aprovechar el limitado tiempo que tenemos.
El amor es el gran motor en la vida de Carlos, el amor por sus dos hijos. No ha podido hacerse cargo de ellos como tenía previsto, pero sí les está dejando un ejemplo que pocos padres dejaremos a los nuestros. Desde hace algunos años, Carlos tuvo además que aprender a vivir separado de ellos, pues viven con su madre en Francia.
Al hablarnos de sus hijos y de lo que significan para él fue el momento más duro y emocionante para mí. No puedo dejar de llorar al escribir estas palabras. Aunque muy diferente a la de Carlos, yo también he tenido, tengo, una experiencia de paternidad frustrada, cercenada, con mis dos hijos mayores. Y también, como Carlos, el ejemplo que procuro dejarles con mi vida es uno de los motores principales de mi existencia.
Carlos considera que su vida, incluida esta etapa con ELA, está marcada por el éxito. Y a pesar de todo, se siente una persona afortunada. No os perdáis su testimonio en el siguiente vídeo. Habla por sí solo.
Solo contaré una anécdota de esa noche que conocí a Carlos. Al acabar su conferencia me acerqué junto con otros colegas a saludarle y darle las gracias por el regalo que nos había hecho. Y mi amigo Pablo Lozano de Everis le dijo que si necesitaba un buen coach allí nos juntábamos unos cuantos.
Y yo no pude evitar decir que no, que yo podía hacer coaching a seres humanos, pero no a seres sobrehumanos como Carlos. En ese momento pensé que hacerle coaching a Carlos sería como hacerle coaching a personajes como Mandela o Gandhi o el Dalai Lama. ¿Qué podría aportar yo a alguien así?
Os dejo un par de enlaces para que conozcáis mejor a este ser literalmente extraordinario, a este pedazo de padre y de líder.
https://www.facebook.com/carlos.garciaespada
https://www.facebook.com/TeamEspadaConUnPar
Durante todo este tiempo en la enfermedad Carlos ha estado apoyado siempre por su empresa, Everis, quienes a diario muestran, y no solo por este apoyo a Carlos, lo que es una empresa con valores de verdad.
No importa que el mundo lo dirija el populismo rampante que nos acecha, ni que nuestra misma supervivencia en este planeta esté en serio riesgo por tantas amenazas que no conseguimos gestionar como debemos. Mientras existan personas como Carlos y empresas como Everis habrá esperanza para seguir peleando por un futuro mejor.
Y yo creo que Carlos va a vivir muchos años más. Porque está claro que su misión en esta vida es dejar su testimonio para hacernos a todos, no solo a sus queridos hijos, mejores personas, mejores líderes. ¡Muchas gracias, Carlos!
Cuídate, P.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
ACEPTAR
16 Comments
Gracias Pablo por este post, emana una gran dosis de complicidad, humildad y a la vez reconocimiento de personas que se sobreponen a los avatares de la vida, trascienden de esa realidad tan dura para cuestionar tantos y tantos momentos de idolatrarnos con nosotros mismos, su crudeza y valentia nos ponen ante una encrucijada: vivir con lo que somos y compartirlo con los próximos !!!
Gracias, Ramon. Así es, tal y como lo reflejas.
momentos importantes de mi vida recordando a mi madre, que tuvo ELA y me dejó un valioso legado con su extraordinario ejemplo. Por entonces participé activamente en dos asociaciones de ELA donde conocí a otros grandes seres que la tuvieron. Y gracias a todos ellos aprendí y me di cuenta que nada, ni siquiera la ELA, te puede deteriorar ni hacer perder tu dignidad si tu no lo permites. Que aunque tengas que tomar decisiones vitales difíciles y vivas más de un momento dramático, nada te puede destruir porque tú eres la vida y tu cuerpo es solo tu «envase». Que aunque parezca que tu cuerpo te va encerrando en la cárcel más pequeña, eres capaz de traspasar no solamente limitaciones, sino acceder a una dimensión mayor sin límites….
Y que la ELA no puede impedirte tener buen humor y llenarte de amor….
Gracias Carlos por seguir con tu valentía, determinación y ejemplo y hacernos recordar la grandeza del ser humano.
Y sí, hay quien tiene el papel de traspasar los pronósticos y tú Carlos seguro que lo eres!
Gracias Pablo por hacerlo visible.
Cuenta conmigo.
Un abrazo
Blanca
Gracias también por tu testimonio, Blanca.
Gracias mil Pablo!! he quedado atrapado con su conferencia y su testimonio excepcional que provoca unas ganas de vivir con mayor pasión e intensidad.
Un abrazo!!
Gracias, Jaume. Esto es lo que le quería decir a Carlos. Su testimonio tiene un impacto beneficioso en todos aquellos que lo escuchan. Abrazo!
Gracias Pablo por traernos a esta increíble persona. Todo mi reconocimiento para él y para Everis. Me llevo el propósito de no quejarme mas y de disfrutar con mas intensidad de cada momento de mi vida y seguir dando gracias por cada día que llega traiga lo que traiga. Espero que Carlos encuentre la fuerza que necesita sabiendo que gracias a su ejemplo intentaremos ser mejores personas. Gracias Carlos
Gracias, Beti. Por lo poco que conozco a Carlos puedo afirmar que tiene una fuerza increíble.
Muchas gracias Pablo, por tus bellas palabras.
Es muy gratificante oír, especialmente viniendo de una persona como tu, que estoy de alguna manera aportando mi granito de arena para contribuir al desarrollo de mejores líderes o simplemente mejores personas. Y si es en el ámbito de everis, que tanto ha hecho por mi, satisfacción completa.
Tomo nota especialmente del último párrafo. A partir de ahora, una razón más para tener muy presente en mi lucha.
Un abrazo.
Gracias a ti, Carlos. Honestamente, escribí esta entrada el sábado pasado con emoción y dudas. No sabía si te sentaría bien o podría molestarte. Me alegra mucho que te haya parecido bien. Y sí, conectado con el último párrafo, tienes una misión a hacer. Lo que hiciste con nosotros, ayudarnos a despertar, a abrir un poco más los ojos, a chequera si estamos realmente aprovechando este tiempo precioso en la tierra, es algo que podrías hacer con mucha más gente. Quizá eso le dé aun más sentido a tu vida. No lo sé, te lo digo con respeto. Pero sí sé que tu ejemplo es movilizador e inspirador, y llevarlo a otros también puede ser una bonita manera de mostrarles a tus amados hijos quién es su padre. Carlos, yo también estoy separado de dos de mis hijos, desde hace muchos años, desde que eran pequeños, y sé de primera mano, como tú, lo que ello significa. Y es nuestro testimonio de vida el mejor legado que les podemos dejar. Abrazo grande.
Estremecedor hasta el tuétano, sin palabras se queda uno, pero con los ojos humedecidos de la emoción.
Esto son testimonios que solo conocerlo inspiran a ser mejores.
Gracias a Carlos por esa vitalidad y fuerza «sobrehumana» contagiosa y gracias Pablo por compartirla.
Muchas Gracias
Gracias a ti Gaizka!
Gracias Pablo por tus bonitas palabras y gracias a Carlos por su valentía, fuerza. Qué suerte de poder haber compartido contigo, con Carlos y con todos este momento en El Escorial. Sinceramente, siempre habrá un antes y un después después de su testimonio.
Gracias y gracias
Pablo, muchas gracias por recordarnos ese momento ya de por si inolvidable. He pensado muchas veces en ello y coincido en todo lo que dices de Carlos y lo mucho que nos inspiró y sigue inspirando. Carlos, si lees este comentario, recibe un fuerte abrazo.
Me encanta seguirte.
Gracias!
Gracias, Jordi. Me alegra saber de ti y ver que también recuerdas aquellos días en El Escorial. ¡Qué grandes momentos hemos vivido juntos! Abrazo grande.