Anteayer David, cliente de coaching, me dejó tras nuestra última sesión el libro Sonrisas de Bombay (en su edición en catalán). Estamos trabajando en el proceso de coaching sobre el propósito de vida y en este contexto me presta este libro sobre una historia de la que, aunque ya había oído hablar, no había leído.
En poco menos de 48 horas he devorado la deliciosa, conmovedora e inspiradora historia de Jaume Sanllorente que engancha desde la primera página y que ya ha sido traducida a 7 idiomas. No me considero persona de lágrima fácil y menos leyendo un libro, y he contado al menos dos veces las que se me han humedecido los ojos y nublado la vista leyendo las 180 páginas de este emocionante testimonio. Todas ellas relacionadas con inesperadas muestras de agradecimiento a Jaume por parte de los niños, los profesores y personal del orfanato que decidió liderar…
Es una muestra de amor, de entrega a un ideal, de valentía, de creer en el bien y en uno mismo. Destaco algunos de los mensajes de Jaume en el libro.
“Me di cuenta de que renunciar a las cosas materiales no cuesta nada. Las cosas que más se echan de menos son las que no se pueden comprar. Ya no necesitaba ni trajes ni corbatas, porque ya había encontrado un lugar, el que me correspondía, donde no necesitaba ni mascaras ni disfraces, y podía ser, sencillamente, yo. A partir de ese momento, he tenido suficiente con un par de camisas, dos pantalones, unas sandalias y unos zapatos de invierno para las giras de conferencias por Europa o los Estados Unidos”.
También nos habla sobre lo que él denomina el verdadero secreto de la felicidad: “Solo somos felices cuando buscamos la felicidad de los demás y, además, la conseguimos”.
En otra parte del relato dice “durante las primeras semanas comprobé que en mi maleta cotidiana tendría que incluir tres cosas para sobrevivir en aquel país (India) y hacerlo, también, con sabiduría: humildad, sentido del humor y paciencia”. Ingredientes que forman el perfil de un gran y joven líder.
Cuenta el autor que aun estando en Barcelona, poco antes de volver a Bombay para quedarse a vivir definitivamente, estando leyendo los informes sobre los niños del orfanato de Bombay en el que se iba a enfocar, no pudo evitar sufrir con el inmenso e intenso dolor que le causaba cada una de esas historias, que le rompía literalmente el corazón. Entonces decidió crear lo que él llama su fabrica de reciclaje interior: para sobrevivir en Bombay estaba determinado a que en cada momento o ración de lástima que sintiera por lo que iba a experimentar, lo reciclaría y lo canalizaría hacia fuera en forma de empuje y energía para seguir adelante con el proyecto que estaba a punto de emprender.
Al poco de llegar a Bombay, Jaume se ve obligado a añadir alguna funcionalidad más a su fábrica de reciclaje personal cuando se da cuenta de que por mucho que haga, por muchos niños que saque de la calle, de la droga, de la prostitución y delincuencia, siempre son muchos más los que quedan atrapados ahí para siempre. Y fue entonces que decidió que “nunca me recrearé en lo que esté consiguiendo. Siempre enfocaré todas mis miradas y atención en las muchas cosas que todavía quedaban por hacer”.
Un gran ejemplo el de este talentoso líder que cambió radicalmente su vida buscando la felicidad de los demás y la propia a través de una entrega total a ayudar a los olvidados, a los más desfavorecidos socialmente. ¡Lectura imprescindible que debiera ser obligatoria en secundaria!
No dejes de visitarle en Sonrisas de Bombay o en Mumbai Smiles.
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